Hay muchas formas de acoso escolar. Puede ser en persona, por teléfono o electrónicamente por mensaje de texto, correo electrónico, Facebook o cualquiera de las otras formas en que los niños se comunican en estos días. Puede ser evidente y obviamente devastador o menos evidente e inquietante. No importa la forma o la gravedad, el hecho es que no se debe tolerar el acoso escolar. Se supone que las escuelas son para el aprendizaje y no hay forma de que su hijo pueda concentrarse si teme ir a la escuela.

Si bien los acosadores deben ser responsables de sus acciones, es importante comprender que los acosadores no despiertan un día y comienzan a intimidar a otros niños. Por lo general, es un comportamiento que se aprende o se crea a través de sus propias interacciones negativas con las personas. En muchos casos, los padres del acosador sabían o deberían haber sabido de la propensión de sus hijos a intimidar, y lo mismo ocurre con los maestros, el personal y los directores, pero no logran detener el acoso.

Juntos, a través de una demanda de acoso escolar, podemos ayudar a asegurarnos de que las partes culpables sean responsables, lo que muy bien puede evitar que otro niño tenga que sufrir acoso escolar en el futuro. El acoso escolar puede resultar en un trauma emocional significativo y hablar es el primer paso hacia la recuperación.

En caso de que su hijo sufra una lesión por acoso escolar, nuestros abogados de acoso escolar están listos para ayudarlo durante todo el proceso, desde notificar a la escuela, presentar un reclamo de responsabilidad civil del gobierno y, si es necesario, presentar una demanda por acoso escolar.

Si cree que su hijo ha sido víctima de acoso escolar, no dude en llamar a Firma Dominguez para una consulta gratis al 800-818-1818.